Abel Nuño
Nuestro más profundo deseo es ser usados por Dios para que otros sigan los pasos de Cristo como sus discípulos, y para que estén completamente equipados para asumir las responsabilidades que Dios les ha dado en el lugar donde Él les ha colocado.
En MCE creemos que Europa necesita el evangelio. A pesar de que por siglos ha sido el centro del Cristianismo, hoy Europa es un continente donde el Cristianismo va en disminución. Muchos años de secularismo, inmigración y un creciente nivel de vida han reemplazado la fe en Jesús con una variedad de creencias y estilos de vida. Europa se ha convertido en un continente complejo, multicultural y religioso, lleno de cambios.
Abel y su esposa Rafi se conocieron en el Seminario Evangélico (IBSTE) en Castelldefels (Barcelona). Ambos tenían muy claro el llamado del Señor a predicar el evangelio en obra pionera, así que; al terminar su formación teológica se trasladaron a Peñarroya – Pueblonuevo para integrarse en el equipo que la MCE tenía allí. Tras ocho años de servicio, y dejando la pequeña congregación a cargo de otros compañeros, se trasladaron a Cabra, donde se hicieron cargo de una pequeña congregación de 6 miembros que, por la gracia del Señor, fue creciendo hasta los 35 en 2012. En ese mismo año, por la necesidad urgente de cuidar a la madre de Rafi, se trasladaron a Alcalá la Real, y en 2021, la situación de vulnerabilidad de los padres de Abel les hizo finalmente trasladarse a Tarragona, donde sirven en la actualidad.
Tienen dos hijos, Estefanía y Samuel, que hace tiempo "volaron del nido", y tres nietos.
Abel participa como profesor de Ética Cristiana .en la Facultad de Teología en La Carlota (Córdoba), y sirve como Director de MCE Iberoamérica
Ambos están agradecidos al Señor por el privilegio de servirlo en su trabajo y experimentar en todo momento su bondad, gracia, misericordia y amor en múltiples maneras. "¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que se refugian en ti, delante de los hijos de los hombres!" (Salmo 31:19)
