TESTIMONIOS
DEL CAMPO

Estudio francés y español en la Universidad de Glasgow y, como parte de mi programa de estudios, pude pasar 9 meses sirviendo con la MCE en Roquetas de Mar, en la costa sur de España, a las afueras de Almería. Su puerto se utiliza a menudo como vía de entrada a Europa para personas que vienen del norte y del oeste de África, lo que significa que aproximadamente un tercio de la población de Roquetas está formada por inmigrantes.

Trabajé con una pequeña iglesia, la Iglesia Evangélica de Vícar, donde participé en varios ministerios que buscan compartir el evangelio con personas de diferentes comunidades, muchas de las cuales son de origen musulmán. Una semana típica podía incluir desde ayudar en el centro de acogida que proporciona ropa de segunda mano, café gratis y apoyo pastoral a las mujeres marroquíes locales, hasta dar clases de inglés a niños marroquíes de distintas edades y de español básico a mujeres marroquíes y nigerianas. También recibí clases de darija (árabe marroquí) para ayudarme a establecer relaciones. Los fines de semana ayudaba en un club infantil cristiano, al que asistía una sorprendente mayoría de niños procedentes de hogares musulmanes. También colaboraba en el grupo de jóvenes de mi iglesia y tocaba el piano en el grupo de alabanza.

Este último año he aprendido mucho sobre cómo entablar relaciones con personas de todas las naciones, especialmente con musulmanes, lo que ha sido nuevo para mí. Dios también me ha enseñado que incluso cuando parece que el progreso es lento y a vecs parece que estamos "perdiendo el tiempo", Él siempre está trabajando, de maneras que a menudo no vemos. Sin duda, Él está llevando a cabo sus propósitos y haciendo una obra mucho más grande de lo que podemos imaginar.

--Kate Hudson, una irlandesa del norte de misiones en España

El Club Infantil

La Iglesia Nigeriana

El Centro de Acogida